Un momento de duelo o pérdida después de un aborto espontáneo o espontáneo. Algunas cosas que quizás no sepas sobre la pérdida reproductiva en los EE. UU.:
Experimentar una pérdida reproductiva puede ser muy difícil. Aunque puede que te sientas aislado en tu experiencia, ¡no estás solo! Pero su experiencia es única: no existe una reacción o un conjunto de emociones correctas o incorrectas, y no existe un cronograma establecido para procesar las emociones, el duelo y la curación. Pero siempre hay esperanza a medida que emprendes tu propio viaje hacia la curación. Si tiene dificultades, es posible que necesite ayuda, que podría incluir:
Debido a que rara vez se habla de este tema, es normal que aquellos en quienes se confía se sientan confundidos sobre qué hacer o decir. Es posible que le preocupe "decir lo correcto". Sin embargo, simplemente comunicándote con alguien de manera sensible y compasiva, puedes ser una fuente de curación y comprensión. Aquí hay algunas cosas a tener en cuenta:
Recientemente, 12 miembros del personal y feligreses asistieron a una mañana de capacitación sobre pérdida reproductiva con una organización llamada Life Perspectives. Me enteré de esta maravillosa organización hace años en la diócesis cuando hicieron una presentación sobre los recursos que ofrecen en línea para ayudar a mujeres, hombres, familiares y amigos que han sido afectados por el aborto. La formación tenía tres objetivos:
El duelo de quienes han sufrido una pérdida reproductiva no es algo culturalmente reconocido en nuestra sociedad. Como resultado, innumerables personas afectadas soportan su dolor de forma aislada, y a menudo no lo abordan durante muchos años, con consecuencias destructivas en sus vidas. El taller fue de gran ayuda para brindarnos una mejor comprensión de cómo es el duelo para alguien afectado por una pérdida reproductiva y las diversas dimensiones del proceso de curación. El personal de la parroquia está comprometido a continuar la conversación y explorar formas en que la parroquia de Saint Brigid pueda ser un lugar seguro donde las personas afectadas por la pérdida reproductiva puedan llorar y sanar.